Tres ladrones que huían en furgoneta después de cometer un robo en un bar de Igollo de Camargo acabaron lanzando una televisión de 50 pulgadas, que acababan de llevarse del local, contra el coche patrulla de la Guardia Civil que les perseguía. El aparato reventó el parabrisas del coche, pero los agentes pudieron evitar el accidente y continuaron la persecución, a pesar de llevar el cristal roto, hasta Ontón, donde finalmente pudieron interceptar la furgoneta. Los tres ocupantes salieron corriendo, aunque a uno lo cogieron enseguida y a otro, al día siguiente.
Se trata de P. B., de 26 años, y S. C., de 34, rumanos residentes en Vizcaya, a los que se considera presuntos autores de, al menos, 14 robos con fuerza en establecimientos de hostelería en Castro Urdiales, zonas de Limpias y Ampuero, Ramales de la Victoria, Laredo y Camargo, entre otros, durante este año.
Ocurrió el pasado jueves, 8 de marzo, a las 5.20 de la madrugada, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de un robo con fuerza en Igollo de Camargo. Sabían que los autores se habían dado a la fuga en una furgoneta, por lo que se alertaron a las patrullas de servicio para intentar su localización, siendo vistos, después, por una unidad de la Guardia Civil de Laredo. Fue entonces cuando comenzaron a lanzar contra los agentes todo tipo de objetos, incluida la televisión, antes de acabar huyendo a pie dos de los tres cacos. En la furgoneta dejaron 1.800 euros y 273 cajetillas de tabaco, robados del bar de Igollo.
Después, especialistas del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Castro Urdiales continuaron con la investigación para localizar a los otros dos.
Operativo
Las pesquisas condujeron hasta el barrio Recalde de Bilbao (Vizcaya) y a la localización de un vehículo del que se tenía constancia que podía ser utilizado por las personas buscadas. Se montó un operativo en este barrio que dio sus resultados el día 9 por la noche, cuando se localizó a dos individuos sospechosos, «parecían mantener extremas medidas de seguridad para no ser localizados», según la Guardia Civil. Se montaron en el vehículo vigilado y, al verse sorprendidos, emprendieron su huida a la carrera. Al final, uno de los dos fue detenido.
Tras las dos detenciones, los agentes de Castro Urdiales establecieron su 'modus operandi': forzaban las cerraduras del local o romían el cristal para apoderarse, principalmente, de dinero de las cajas, máquinas tragaperras, tabaco y televisores, para después regresar a Vizcaya. Analizados todos los datos, a los detenidos se les imputó como presuntos autores de al menos esos 14 robos con fuerza, cometidos sobre todo en la zona oriental y centro de Cantabria.
Hacía varios meses que la Guardia Civil había establecido un operativo especial para frenar los robos que se estaban cometiendo en locales de hostelería y detener a los autores. Ahora la investigación continúa abierta y «no se descarta la implicación de los detenidos en otros hechos delictivos que se están estudiando», según la Guardia Civil. Es posible, además, que se puedan producir más detenciones y registros.
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