El organismo federativo sancionó con sólo dos partidos de suspensión a Pepe por llamar "hijo de puta" al árbitro del encuentro, Paradas Romero. El luso salió bien librado, pues se le aplicó el artículo 117 del Código Disciplinario de la RFEF, para casos de "menosprecio", y no el 94, que prevé sanciones de cuatro a doce partidos por "insulto". Además, le retiraron la amarilla que vio.
Mejor suerte tuvo aún Sergio Ramos, que a pesar de su expulsión por doble amarilla, ni siquiera fue sancionado, por lo que podrá jugar sin problemas ante la Real Sociedad. Una de las amonestaciones se le retira sin que se especifiquen los motivos: "Dejar sin efectos disciplinarios la primera amonestación". A Özil le impusieron uno. Y a 'Lass' Diarra, otro, por acumulación de cinco amarillas.
Por lo que respecta a José Mourinho, expulsado por criticar al colegiado, fue castigado con sólo uno. Y su ayudante Rui Faria, multirreincidente, con dos.
El Madrid recurrió
A pesar de la indulgencia de las sanciones, el Madrid -que ya había presentado alegaciones a Competición-, recurrió ahora el fallo ante el de Apelación al entender que los castigos, en especial los de Özil y Rui Faria, no son justos. Este organismo desestimó sus alegaciones.
Archivado el expediente a Piqué
Competición, por otra parte, archivó el expediente abierto al defensa barcelonista Gerard Piqué por la denuncia presentada por el Comité Técnico de Árbitros. Su presidente, Sánchez Arminio, le censuró por haber calificado de "premeditada" la actuación de Velasco Carballo en el Barça-Sporting del pasado 3 de marzo.
En la resolución, según informa el FC Barcelona, "no se aprecia una entidad ni un ánimo suficientes por parte del jugador para poderlas ubicar dentro de los supuestos sancionables que se contienen en el Código Disciplinario de la RFEF".
Un partido a Alves
El defensa azulgrana Daniel Alves deberá cumplir un encuentro de sanción por su expulsión por doble amarilla en el Barça-Granada del pasado martes.
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